Se trata del juego por eliminatorias disputado el 22 de marzo de 2013 con miras al mundial de Brasil 2014, donde los norteamericanos fueron locales en la ciudad de Denver (Colorado) bajo una intensa nevada que impedía el desarrollo normal del fútbol y que, a pesar de eso, se negaron a suspender.
Costa Rica terminó perdiendo aquel recordado partido por la mínima diferencia, la indignación y molestia fue notable por parte de jugadores, cuerpo técnico y afición, debido a que consideraban que lo sucedido fue planeado justamente para perjudicarlos.
Han pasado tres años y un poco más desde que se jugó ese encuentro, Costa Rica ya se tomó revancha en San José durante esas mismas eliminatorias, pero la herida nunca cierra y más si se tiene la oportunidad de amargarle la fiesta en casa de su rival y en un torneo tan importante.
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Los estadounidenses tampoco parecen olvidar, ya que han promocionado el juego ante los ticos con imágenes de aquel encuentro bajo la intensa nevada, algo que para algunos es totalmente innecesario, pero que los de Klinsmann utilizan a su favor.
Las circunstancias de partido de hoy son totalmente distintas, aunque ambos seleccionados se juegan la permanencia en un torneo donde quieren trascender. El equipo de las barras y las estrellas por ser locales tienen la obligación de avanzar a la siguiente ronda y los ticos por confirmar el buen nivel y lo bien que vienen haciendo la cosas.
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Al final, podrán beneficiarse solo el que consiga los tres puntos, debido a que un empate sería el peor negocio que puedan realizar la escuadras de Concacaf, puesto que quedarían con muy pocos puntos, de cara a una última fecha donde deberán medirse a Paraguay y Colombia.