Y es que hace exactamente una semana, su hermano, Agapito Castillo, murió de forma trágica en Tegucigalpa cuando fue atropellado por un vehículo y esto impactó en el goleador del Motagua que no ha parado de llorar cuando lo recuerda.
Ayer, antes de iniciar este partido frente al Social Sol, Rubilio se hincó en el césped del estadio Nacional a orar y de inmediato en su mente se vinieron imágenes de su hermano y lloró desconsoladamente.
Este lunes en la reanudación del partido, cuando ya estaba por terminar, se tiró en acrobacia, marcó de chilena y le dio el triunfo al Motagua. El delantero rompió en llanto al recordar a su hermano y le dedicó el gol y el triunfo.
'Sé que me está viendo desde arriba y con su ayuda pude anotar...', comentó el delantero motagüense con la voz entre cortada en la cancha del nacional mientras se secaba las lágrimas que derramaba. ¡Fuerza Rubilio!