Se trata del fichaje del joven coreano Seung Woo Lee, quien milita en los equipos inferiores del Barça y que ha sido uno de los detonantes de la sanción que la FIFA ha impuesto al club azulgrana.
Woo Lee está afectado por el castigo y no puede disputar partidos oficiales con su equipo hasta los 18 años. Le queda un año por delante y la paciencia tiene un límite.
Parece ser que el jugador está cansado de jugar solo amistosos (lleva casi 1 año sin ver acción en duelos oficiales) y partidos con la selección de su país y no vería con malos ojos jugar en el conjunto merengue.
El presidente blanco tiene en mente ficharle ya que tiene mucho interés en él y además sería un golpe durísimo para el Barcelona que le puedan quitar al que dicen que será el nuevo Leo Messi.
No es de extrañar que el Real Madrid mueva sus piezas en el asunto cuanto antes para traerse a la joven promesa coreana.