Si los hombres de Claudio Ranieri se imponen este domingo en el 'Teatro de los Sueños' al Manchester United, la Premier League inglesa conocerá al que será con toda probabilidad su campeón más inesperado, por cuyo triunfo las apuestas pagaban a principios de temporada 5.000 libras por cada una apostada.
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Lejos del ambiente de fiesta y optimismo del presente, hace menos de un año lo que parecía un viaje tranquilo a Tailandia para premiar la salvación del equipo al final de la temporada derivó en un gran escándalo mediático.
Pero más allá del contenido sexual de la grabación, causaron gran controversia las expresiones soeces y racistas con las que los jugadores se referían a las mujeres que los acompañaban.
Este asunto creó un perjuicio catastrófico en términos de imagen para el club y su propietario, el multimillonario tailandés Vichai Srivaddhanaprabha, un miembro de la élite conservadora del país que pretendía con ese viaje dar a conocer a su equipo a los tailandeses.
En 2015, The Mirror difundió una versión censurada de la orgía.
ASÍ MARCHA LA TABLA DE POSICIONES DE LA LIGA PREMIER INGLESA
Unas semanas después, Nigel Pearson, cuya relación con la prensa era tensa, abandonó su cargo como entrenador. Oficialmente, por 'diferencias insalvables en los puntos de vista'.
Aquella decisión de Vichai y de su hijo Aiyawatt fue muy criticada en su momento tras la remontada final del equipo, que se salvó y finalizó el campeonato en 14ª posición.
Máquina de ganar
Quince días después, el italiano Claudio Ranieri tomaba el mando del equipo y lo convirtía en una máquina de ganar.
Los propietarios del equipo nunca hicieron mención al escándalo.
La Policía de Bangkok, que amenazó con perseguir a las mujeres implicadas, afirma hoy no tener ninguna prueba de los hechos.
El pasado domingo, varios centenares de aficionados tailandeses ataviados con la camiseta del equipo se reunieron frente al televisor en Bangkok para presenciar la victoria de su equipo.
Todo ello, en un país ultaconservador en el que el sexo representa para muchos un tabú, pese a su trepidante y desenfadada vida nocturna. Interrogado recientemente por la AFP en la capital Bangkok sobre una eventual estancia del equipo en el país, el hijo del presidente del club responde con un lacónico 'no'.