'Estoy motivado, es mi último partido aquí en el país antes de un Mundial, mis compañeros no quieren que me retire, pero es una decisión ya tomada con mi esposa y familia', dijo el defensor en conferencia de prensa.
Y aunque mucho critiquen a la Vino Tinto, para el ex del Motagua significa mucho. 'Es mi último partido en Honduras con la Selección. Lo que se diga afuera no nos importa, este es un examen y queremos aprobarlo'.
Muma tiene 31 años de edad y tendría 37 para Rusia 2018. Ha defendido con todo las cinco estrellas en el pecho y sostiene que cada llamado ha sido una bendición.
Pero este encuentro aparte de ser su despedida de esa camisa en tierras catrachas, es perfecto para comenzar a pensar en Brasil 2014.
'Me siento orgulloso cuando vengo. Y ya sea afuera o aquí, lo que nos interesa es conjuntarnos y unirnos, eso es lo que nos ha caracterizado', cerró.