Es Allan Rivera, central de la H, que tiene diez años de no ver a su papá.
“Esta clasificación se la dedico a mi padre, que se llama igual que yo, Allan Rivera; tengo diez años de no verlo, vive en Estados Unidos y me siento contento y orgulloso por lo que él hace por mí”, declaró el defensor.
Rivera es de los pilares de este equipo que ha dirigido con éxito José Valladares, es jugador del Real España y espera el domingo levantar el trofeo de campeón de Concacaf, porque es un objetivo del grupo. “Primero estamos pensando en la final del domingo, en el Mundial de Chile vamos a concentrarnos hasta que hayamos terminado el premundial”, comentó Rivera.
Allan anotó el primer gol frente a los chapines de lanzamiento penal y no tuvo miedo a pesar que estaba en un partido que decidía el pase a Chile. “El penal lo tomé con suma calma, solo le pedí a Dios que me iluminara y cuando lo lancé y miré que la pelota pegaba en la red, no pude contener la emoción”, dijo.
Para Honduras levantar la Copa es algo extra, pues el primer objetivo que se tenía en mente era lograr estar en Chile, pero ahora que ya lograron ese cometido, van por la hazaña.
“Queremos quedar campeones en nuestra casa, seguir adelante para llegar al cien por ciento. Esta clasificación significa la alegría de más de ocho millones de hondureños que luchamos a diario, somos el orgullo de Honduras”, mencionó Rivera.
“Queremos cerrar de la mejor manera esta competencia, queremos dejar en alto el nombre de Honduras, vamos a demostrar que en el país hay talento, somos un grupo con garra y coraje, no nos vencemos fácilmente”, sentenció Rivera.
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