Cuando el árbitro pitó el final, los jugadores se tiraron al suelo como Kevin Álvarez que comenzó a llorar de forma desconsolada, Romell Quioto se tiró sobre la grama, pero inmediatamente sus compañeros los levantaron y el público les daba ánimos con aplausos muy sonados para los catrachos.
Luego se juntaron todos en el medio campo y de rodillas comenzaron a orar dando gracias a Dios por permitirles llegar a semifinales y poder disputar una medalla, algo que nunca antes había ocurrido y el público nuevamente se emocionó y los aplaudía.
Honduras en Juegos Olímpicos logró vencer 3-2 a Argelia, cayó ante Portugal 2-1 y empató con Argentina 1-1, en cuartos de final ganó a Corea del Sur 1-0 y cayó goleada 6-0 ante Brasil.
EL DRAMA DE LOS JUGADORES HONDUREÑOS