Casi dos años después, su lucha continúa, pero ya ha superado la etapa más crítica. Hoy habló con el “Loco” de Limber sobre su vida en Inglaterra y las ganas que tiene de volver a las canchas de fútbol.
Juan Carlos vive en Manchester junto a sus hijos y esposa y en este momento se recupera de los efectos causados por las radio y quimioterapias.
¿Cómo estás en Inglaterra?
Todo bien, gracias a Dios, todo marcha tranquilo, en paz por estos rumbos, en Inglaterra.
¿Qué es lo que estás haciendo?
¿Pues a qué te refieres?
¿Entrenás o solamente estás viviendo en Inglaterra?
No, algunas veces hago ejercicio, a nivel profesional no estoy compitiendo, tampoco he decidido radicar en este país, pero bueno, ahí vamos poco a poco, siguiendo las señales que Dios me pueda brindar.
¿Se ha acabado el fútbol?
Bueno, de corazón no lo puedo afirmar yo, no lo pueden afirmar los doctores, no lo puede asegurar nadie que no sea Dios, solamente que por los momentos... tengo 29 años, no sé qué puede pasar dentro de un año, yo no podría decirte si se acabó el fútbol para mí o no.
¿Pero cómo te sentís?
Yo me siento bien, esto también es una lucha que uno lleva a diario, hay días buenos y días malos, entonces es una lucha constante, pero gracias a Dios de momento estoy bien.
¿Cuando hablás de días buenos y días malos te estás refiriendo a el estado físico-emocional de salud?
Sí, generalmente uno se encuentra en momentos en los que extrañas lo que te gusta, el saber que no estás al 100% con tu condición física y muchas cosas, analizando de todo un poco. ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí? Y muchas cosas como esas.
¿Cómo se dieron los síntomas de tu enfermedad?
Todo fue rápido, recién llegaba a Inglaterra después de unas pequeñas vacaciones que había tomado, me presenté al equipo, me hicieron los exámenes correspondientes y todo estaba bien, luego creo que hice dos semanas de entrenamiento, prácticamente como una minipretemporada y luego presenté dolores en la espalda y en las piernas básicamente.
¿Creías que era algo normal desde el principio, alguna carga de trabajo?
Sí, dije eso, lo reporté desde el primer día y pensé que era una carga de trabajo.
¿Qué se te vino a la mente? ¿Te acordás del día cuando te llevaron a hacerte esos exámenes?
Yo como te digo, lo reporté al cuerpo médico y ellos hicieron los exámenes correspondientes, pero todo salía que estaba bien; entonces, había que analizar más cuál era la causa de los dolores en las piernas y en mi espalda. Luego procedieron a llevarme a un centro que pudiera profundizar en el tema, ahí fue cuando se dio el diagnóstico.
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¿Sospechaste de cualquier cosa?
Es lo que menos espera uno, por mi cabeza pasaban muchas cosas, pero menos lo que me diagnosticaron, creía que alguna lesión se estaba presentando, pensé que era fatiga, los viajes, no sé, decía que psicológicamente estaba bien, pero nunca imaginé que era lo que me diagnosticaron.
¿Dónde estabas cuando te dijeron que tenías cáncer en la sangre?
Ya estaba en el hospital, ahí me diagnosticaron.
¿Cómo fue ese día?
Fue uno lo de los días más pesados, pero en el momento que me dieron la mala noticia, sentí una fuerza muy profunda en mi corazón que yo sé que proviene de Dios, que es la que me tiene aquí en este momento.
¿No te abandonaron los dirigentes del equipo? ¿Eso es un motivo para levantar la moral y seguir viviendo?
Voy a hacer una aclaración sobre ese aspecto, los del equipo, el Wigan, se han comportado a la altura conmigo, todos son unos profesionales, caballeros y la parte humana que es lo más importante y estoy muy agradecido con ellos, han sido los que han estado firmes conmigo.
Juan Carlos García extraña los viajes y encuentros de clubes y selección a los que estaba acostumbrado.
Bueno, hay cosas que se salen de la mano, a veces por lo que uno ha hecho, el ambiente en el que se ha trabajado y ha estado, a veces yo he sentido que las autoridades se han olvidado, porque para ser sincero nadie se ha manifestado directamente conmigo, puedo decir un nombre que por respeto o por no tener la autorización de él no lo menciono, pero una persona de Tegucigalpa, un directivo que se ha acercado a mí y ha estado ahí, pero lo ha hecho con la intención de ayudarme personalmente, no por jactarse ni sacarle provecho.
¿Qué tipo de apoyo recibiste por parte de los directivos de la Fenafuth?
Ninguno, ni de la Federación, Concacaf, ni de FIFA, de ningún lado.
¿Pero te llamaron los federativos para saber cómo estabas, platicaron con vos?
Recibí algunas llamadas, lógicamente en el momento en el que intentaron contactarse conmigo yo estaba un poco desconcertado, después del diagnóstico estaba confundido, no estaba apto para atender llamadas, ya que es un momento muy difícil y comprensible para cualquiera, algunos me llamaron, pero yo no volví a saber más.
Con todos estos seis años que estuviste jugando, que te esforzaste, que arriesgaste tu vida en un terreno de juego por defender con clase y con calidad a la Selección de Honduras...
Extraño ponerme la camisa de la selección, extraño estar en un terreno de juego representando a Honduras internacionalmente”.
JC García
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Mira, como te digo, yo no quiero ser una persona malagradecida, desde pequeño me enseñaron a ser agradecido, pero en el mundo actual del fútbol uno espera ese apoyo, porque en estos tiempos hay más coordinación para ayudar en un caso como el mío, que no es algo que estuvo en mis manos, pero para ser honesto no ha habido voluntad, cuando hay voluntad, pues de una u otra manera las personas se acercan.
¿Cómo ha cambiado tu vida, Juan Carlos?
Ha dado un giro de 180 grados, imagínate que de estar haciendo algo toda una vida y luego apartarte de ello, ha cambiado, pero no para mal, porque viendo las cosas desde otro punto de vista me doy cuenta que el fútbol no lo es todo y he aprendido a valorar cosas que antes no apreciaba, he aprendido a ver situaciones que antes no miraba y eso no tiene precio, vale más eso, yo extraño el fútbol, pero como te digo, viendo las cosas por otro ángulo que es por el cual yo las veo, déjame decirte que he aprendido mucho.
¿Qué tanto extrañas el fútbol? ¿Qué tanto extrañas el terreno de juego? ¿Qué tanto quieres volver a ponerte la camisa de un equipo? ¿Qué tanto deseas estar en esta eliminatoria apoyando a la selección nacional?
De un 100, lo extraño un 100%, por ejemplo, ponerme la camisa de la Selección, estar en un terreno de juego representando a Honduras internacionalmente, extraño sus colores, extraño todo eso; es duro cuando uno está retirado de ese ambiente, cuando uno está adentro no le pone importancia, no lo valora, pero cuando estás fuera de ese ambiente te das cuenta lo mucho que vale estar ahí.
¿Tu alimentación, horario descanso, forma de pensar, forma de caminar cambió en algo hoy que estás viviendo con esta enfermedad?
Bueno, sí cambió en muchas cosas, con el fin de llevar una vida más sana, más controlada, una vida más tranquila, sí ha cambiado en todos los sentidos que tocaste.
¿Fue difícil encontrar ese donante, siempre creíste en que Dios te lo iba a presentar?
En el momento que se hace el planteamiento del trasplante, pues yo tengo hermanos y ellos decidieron hacerse la prueba de compatibilidad y resultó que dos de tres que se hicieron la prueba salieron compatibles al 100%, en ese momento me sentí bien agradecido, porque ahí miré otra oportunidad de vida.
García ha recibido apoyo moral y económico de parte del Wigan pese a haber acabado contrato.
¿Cómo está tu contrato con el Wigan?
Yo no tengo contrato con Wigan, mi contrato ya se venció.
¿Pero ellos te siguen apoyando?
Sí, bueno, ellos no me apoyan como equipo, pero es algo ya voluntario, no es una responsabilidad, porque en cuanto a lo profesional ellos han cumplido conmigo, después de eso ellos han estado pendientes de mí, que es algo de agradecer y de admirar, pero en estos momentos no tengo contrato.
Pero esta es una enfermedad con un tratamiento exageradamente caro, ¿cómo le hacés para llevarlo a cabo?
He aprendido a tener mi colchón, pero como tú dices, los tratamientos son caros y todo se termina, me ha costado todos mis fondos, pero Dios no me ha dejado de sumar, hay un seguro que me ha ayudado a cubrir el tratamiento.
¿No has pensado que a veces es más saludable o más beneficiosa la muerte, crees que por tus hijas no te has venido ahora?
No, yo no pienso en la muerte, todos la andamos en la frente, todos nacimos para morir, pero yo no pienso en ella, de alguna u otra forma nos vamos a ir todos, pero por consiguiente yo no pienso en ello, sino en cómo me enseñaron a luchar, a hacer frente a las adversidades, es lo único que pasa por mi cabeza, que esto solo será un capítulo más en mi vida.
Yo sé que tu vida ha cambiado físicamente, pero hacé una comparación con el Juan Carlos anterior y el actual. ¿Cómo es la vida de una persona con leucemia?
Bueno, no es fácil, yo tengo a mis hijos, trato de inculcarles esa fuerza, ese valor y esa alegría que uno debe mostrar siempre ante la adversidad. Sí, he tenido días en los que me levanto y me siento poco motivado, pero siempre busco la manera de automotivarme, de mostrar ese lado alegre y feliz de mi manera de ser. Cuando siento que estoy un poco cargado y triste, busco la soledad y ahí me acobijo, ahí me entiendo y luego, pues ya doy mi cara, como te digo, ya cuando uno tiene hijos es distinto, no es fácil mostrarle a tu retoño una cara de decepción, uno como padre quiere que sus hijos estén motivados, que aprendan a ser fuertes, a estudiar, a luchar, a no decaer y no es fácil porque físicamente me siento un poco agotado.
Me doy cuenta que el fútbol no lo es todo y he aprendido a valorar cosas que antes no apreciaba, he aprendido a ver cosas que antes no miraba”.
JC García
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Bueno, los doctores te pueden dar un dictamen y algunas veces se cumple y otras no, yo tengo mucha fe en Dios y sé que, independientemente del diagnóstico médico, el dictamen que yo tengo y atesoro en mi corazón es el que él me ha dado, y para serte sincero, la leucemia ha sido erradicada de mi cuerpo, lógicamente después de pasar por un trasplante sigues con las radio y quimioterapias, muchos medicamentos que dejan secuelas en tu organismo hay que saber superarlas y en estos momento, pues estoy venciendo algunas.
¿Cómo qué tipo de secuelas?
En este momento tengo mis pulmones reducidos, es decir, el oxígeno cuesta que llegue abiertamente, es producto de los medicamentos o quizás de la radioterapia, que es lo que más afecta los órganos, pero vuelve a su normalidad con el tiempo, con la recuperación adecuada.
¿Aún no estás autorizado para hacer algún tipo de ejercicio que requiera mucho movimiento?
Sí, sí lo estoy, pero depende de cómo me sienta, depende de mis conteos y de cómo yo me encuentre, puedo hacerlos porque yo estoy autorizado para ello.