Ricardo Alcerro, el cazatalentos hondureño al servicio de Estados Unidos

La imparable cultura futbolística estadounidense se afianza cada vez más en el panorama del balompié mundial y prueba de ello son los éxitos que en las diferentes competiciones donde participan, obtienen los equipos representativos de ese país.

Y eso es apenas una parte del organigrama de funcionamiento perfectamente diseñado para que esos logros no sean fruto de la casualidad, sino de la previsión que dé resultados a largo plazo.

En las divisiones inferiores se acostumbra a trabajar los aspectos psicológicos con igual énfasis que los técnicos y tácticos, potenciando así las virtudes de los jóvenes talentos.

Y aquellos que se dediquen a captar y formar a ‘las nuevas promesas’ deben ceñirse a una compleja red de cánones exigidos por la US Soccer.

Por tanto, alcanzar ese nivel de complejidad en el manejo de los equipos infantiles y juveniles implica haber cumplido previamente y a cabalidad con todas las exigencias de las organizaciones deportivas de ese país.

Ricardo Alcerro es uno de los tantos buscadores de ‘talento’ al servicio del fútbol de Estados Unidos.

Y ha sido su formación académica lo que le ha permitido llegar a ser el encargado de conformar al equipo que representará a esa nación en el premundial Sub-17, que el próximo año se disputará en nuestro país.

Él es hondureño y en la década anterior incluso militó en equipos como Real Maya, Universidad y Real España.

Los inicios en el fútbol de este capitalino se remontan a cuando tenía 10 años y llegó a las divisiones infantiles del CD Necaxa de la mano del entrenador ‘Mon’ Martínez.

Poco a poco fue creciendo y al cabo de pocos años dio el gran salto. “Fui uno de los primeros jugadores en participar en Segunda División con 16 años.

Lo hice con el Real Maya, club con el que cuando ascendimos pude viajar los primeros partidos aunque no jugué”, recuerda.

Pero meses después y con el apoyo de sus padres se fue a Estados Unidos. Allá no vaciló en continuar su formación académica a tal punto de que en 2012 obtuvo su certificado de Entrenador A en la Miami Day College.

“Es el mismo sistema el que te anima a estudiar para tener mejores oportunidades de trabajo. Por eso, cuando saqué los niveles Fifa de entrenador me di cuenta de que estudiar psicología me podía dar un plus”, cuenta, señalando que además de entrenador también posee una base sólida en esa rama, “esencial para la formación de jóvenes”, como bien apunta.

Pero, además, Alcerro cuenta con un certificado de idiomas. Domina el inglés y el portugués, además de su lengua materna y del italiano, que lo aprendió de su esposa, que es de esa nacionalidad. “Eso me ayudó para ser seleccionado en mi puesto”, cuenta.

Así llegaría a ser entrenador de juveniles, donde puso en práctica sus ideas y metodología.

Eso no pasó desapercibido para varios instructores que una vez incluso lo vieron jugar. “Les impresioné y ahí mismo me pidieron mi e-mail y número de teléfono. Al cabo de un tiempo me llamaron, llené unos formularios y fui contratado como ‘scouter’ (cazatalentos) por la US Soccer”, explica.

Desde entonces Alcerro se ha volcado de lleno en su trabajo, a tal punto de que en febrero volverá a su Honduras natal, pero ya como miembro del cuerpo técnico de la selección Sub-15 de Estados Unidos, país del cual adoptó la nacionalidad.

Conocer su historia invita a pensar, pero sobre todo a lamentar, que un hombre con su talento debió viajar muy lejos para que fuera otro país el que le brindara las oportunidades que acá se le negaron. Y no hace falta adentrarse en investigaciones para suponer que su caso no es el único entre tantos hondureños que han debido irse del país.

MÁS DE RICKY ALCERRO

• Su sueldo mientras jugó en el real españa era de 23,000 lempiras mensuales, un salario de ‘rango intermedio’ por aquellos años.

• En una ocasión integró la selección Sub-19 de la mano del entrenador carlos cruz carranza, pero su progresión se interrumpió cuando viajó a estados unidos.