Legionarios

Así es la vida del juvenil hondureño Jonathan Rubio en Portugal

Pronto comenzará un curso intensivo del idioma portugués, no tiene novia, solo busca afianzar su carrera en Europa.

2015-02-10

A sus 18 años, Jonathan Rubio es todo un trotamundos, hace cuatro años dejó Honduras para llegar a lo más alto en el fútbol. Primero estuvo tres años en Barcelona, luego seis meses en Suiza y ahora pasó a Portugal.

Su historia es digna de todo un futbolista que busca su sueño de ser alguien en este deporte y demostrar su talento. Atrevido, dispuesto, desafiante, así es Rubio, quien actualmente juega para las reservas del Gil Vicente de la primera división de Portugal.

Desde allá nos cuenta su aventura. 'El equipo donde estoy es de las reservas del Gil Vicente, pero mi meta es terminar esta temporada en el equipo de primera', nos dice mientras se alistaba para almorzar.

Gil Vicente lo fichó pensando en el futuro. Y dependerá del propio Rubio si quiere escalar al equipo de primera. De momento, estará compitiendo en el torneo de reservas. 'La otra semana comenzamos a jugar la fase final, aquí hacen dos grupos y luego clasifican los mejores cuatro, nosotros clasificamos y vamos ante el Benfica y Oporto, entre otros, el torneo dura hasta mayo y el equipo que quede en el primer lugar es el campeón'.

De hecho, Rubio, quien juega de media punta, ya anotó el primer gol en un amistoso. Fue de penal, una forma también de ir aprovechando las oportunidades que se le están presentando. 'Jugamos contra las reservas del Ferreira que es otro equipo de primera', dice.

SU ADAPTACIÓN

'Al principio fue un poco complicado, por la comida, el ambiente, hasta el idioma, pero le presto mucha atención al portugués y le entiendo, de hecho, entraré al colegio para estudiar un curso intensivo de este idioma y con la comida ya no tengo problemas, hay mucho carbohidratos, pasta, arroz, pollo con arroz, ensaladas, es una dieta'.

Vive en Barcelos, una comunidad que se ubica a 30 minutos del aeropuerto de Oporto. Comparte apartamento con dos compañeros más. 'Aquí la gente es muy diferente a otros países de Europa, es más abierta, me recuerda mucho Honduras por el carisma de ellos, el cariño... todo muy contento', dice este juvenil nacido de las canteras del Juventud Henerma que dirige el profe Néstor Matamala en San Pedro Sula.

Rubio se alegra al saber que los portugueses conocen de Honduras. 'Me habla de Beckeles porque está jugando aquí, de David Suazo, y me dicen que Honduras tiene bonitas playas gracias a un programa de reality que se transmite aquí, además conocen por los últimos dos mundiales de Honduras'.

Estar alejado de su familia y del país, desde su salida en el 2012, es, quizá, el mayor reto para un muchacho de 18 años, pero admite que 'Dios me da fortaleza, estoy yendo a la igleia y eso me ayuda'.

De hecho, confiesa que 'no tengo novia, no conozco ni al vecino', sonríe, y luego admite que 'hace cuatro años que me vine de mi país, solo he ido dos veces y ahorita no es mi prioridad tener novia, no es el tiempo adecuado, más adelante, Dios tiene preparado alguna sierva'. Quiere afianzar su carrera.

SU RUTINA

Su permanencia en Portugal no es muy complicada, dice que 'vivimos muy cerca del campo y tardamos unos 5 minutos en llegar, entonces, no hace falta andar en carro, de momento a pie'.

El técnico de las reservas se llama Mandihno, 'él habla muy bien de mí, de hecho tengo unos recortes de periódicos de varios reportajes donde sale hablando de mi estadía aquí'.

Un día normal para Rubio es levantarse a las ocho de la mañana, va al gimnasio, a veces debe cumplir doble horario de trabajo, por las noches habla con sus papas don Juan Luis Rubio y su madre doña María del Socorro, a parte, está pendiente de sus otros dos hermanos menores.

Y así, mientras desafía su futuro, Rubio espera dar más y mejores noticias al final de la temporada. Va por un sueño y admite que 'estoy trabajando para lograrlo, sé que lo lograré'...

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