Liga Nacional

'Moncho': 'Sin ofender o hablar mal del Platense, yo esperaba un poco más'

Samuel Martínez, quien interpreta al cómico personaje, cuenta su pasión por Motagua y la locura que haría si pierden el domingo.

2016-12-16

Samuel Martínez, el conductor de Televicentro que se hizo famoso por interpretar al personaje cómico conocido como 'Moncho' es un seguidor apasionado del Motagua.

Su primer recuerdo como seguidor del Azul es una derrota ante Platense y su niñez le tocó sufrir burlas por su amor hacia las águilas.

En entrevista a DIEZ le envió un mensaje a los futbolistas y explicó qué haría su sus hijo se convirtieran en fanáticos del Olimpia.

¿Cómo nació tu afición hacia el Motagua?
Es de familia. Yo me crié en la colonia Kennedy rodeado de tíos y primos que siempre fueron seguidores del Motagua, no fue ni siquiera por mi papá, a quien que le gustaba mucho el fútbol pero no seguía a un equipo en específico, aunque sentía cierto cariño por el Platense. Fueron mis tíos y mis primos mayores los que me inculcaron esta locura que se llama Motagua.

¿Cuál es tu primer recuerdo como aficionado motagüense?
Tenía seis años y fue en 1990, mi tío Gerardo me llevó al estadio Nacional a ver un partido y casualmente fue entre Motagua y Platense. En esa ocasión perdimos por 0-1, creo que fue la última vez que Platense le ganó a Motagua en Tegucigalpa hasta que llegó un 1-3 con goles de Costly. Ese es mi primer recuerdo, una derrota de Motagua en el Nacional.

¿Quién fue tu primer ídolo?
Mi primer ídolo fue César 'El Nene' Obando, yo quería ser como Obando y quería cortarme el pelo como él. Tengo una foto con el 'El Nene' Obando cuando estaba muy pequeño, mi mamá la guarda con mucho cariño. Es a mi criterio, el mejor jugador que ha tenido Honduras, la calidad que él tenía nunca la he vuelto a ver en ningún futbolista hondureño.

¿Quién es el futbolista más grande en la historia de Motagua?
Voy a usar una frase que usa un chavo muy famoso que es conocido como 'Loco por Motagua': 'ídolos hay muchos, pero Amado solo hay uno'. No hay nadie más grande que Amado Guevara.

¿Verdaderamente qué tan intensa es tu pasión por Motagua?
Creo que mi pasión por Motagua es enfermiza, podría rozar lo enfermo, pero no lo obcecado; son dos cosas muy diferentes. Sufro mucho, hubieron etapas en mi adolescencia en las que lloraba mucho por el equipo. Ahora ya no lloro, solo me encachimbo, solo me encabrono, ja ja ja. Es muy intenso, es un amor bastante fuerte y creo que el aficionado promedio de Motagua es así, eso es lo que nos diferencia de otros aficionados al país.

¿Qué caracteriza a un seguidor de Motagua?
Nos diferencia el amor al equipo. Yo te aseguro que la mayoría de los fanáticos motagüenses no aman al equipo por la cantidad de copas que hemos ganado o porque siempre estamos en el primer lugar, es algo que se inculca, algo que nace y surge de la nada. Tengo amigos que son motagüenses sin tener ni siquiera un pariente motagüense y que están rodeados de olimpistas.

¿Qué piensas al ver a una chica que es aficionada del Ciclón Azul?
Si hay una cosa que admiro es a la aficionada motagüense, no es alguien que se pone la camisa solo por ponérsela. La mayoría conoce al equipo, sufre por el equipo, sabe quiénes son sus jugadores y conoce su historia; eso las hace diferentes. Además son las más bellas, algo que hasta los olimpistas reconocen.

Muchos dicen que los aficionados motagüenses son los más sufridos...
Mis inicios como motagüense fueron muy difíciles porque fui un niño que vio el primer campeonato de Motagua en 1992, después pasaron seis años para que volviéramos a ser campeones; en esos seis años Motagua no le podía ganar un partido a Olimpia, entonces fue una niñez bien pijeada, fue difícil esperar que todos los lunes llegaran a burlarse de mí. Ja, ja, ja.
Los motagüenses somos muy especiales. Las nuevas generaciones de aficionados deben de agradecer a Dios porque han visto más de lo que miraron muchos en su niñez.
Somos sufridos y el segundo equipo que más títulos tiene. Somos sufridos y somos el segundo equipo más popular de Honduras. Somos sufridos y tenemos un equipo que no pasa por crisis económicas, tenemos una directiva que siempre está al día con los jugadores, armamos muy buenos equipos de vez en cuando. Somos sufridos, es algo que es parte de ser motagüense.

¿Cómo te molestaban tus amigos olimpistas en la niñez luego de perder un clásico?
Mi problema era después de las 6:00 de la tarde y sabía que mis amigos y mis vecinos iban a llegar a molestarme, iban a gritarme 'eeeeh, otra vez...', yo sabía. Y el problema también era el lunes cuando iba a la escuela porque éramos 35 en el aula y quizá habíamos cinco motagüenses, y es que el equipo perdió mucha afición en esa época por la falta de constancia del equipo.
Fue bien difícil, pero fue muy importante porque a partir de que Motagua recupera su grandeza en los tiempos de Maradiaga con aquel gol de Jairo Martínez; aprendí a ser un motagüense que disfruta de las victorias, que ama ganarle a Olimpia, pero no me gusta burlarme. No me gusta ir a las redes sociales y decir 'son nuestros hijos...', no me gusta porque sé lo que sufrí entonces no me gusta hacer lo que no me gusta que me hagan. Ja ja ja.

¿Cuál ha sido la ocasión en la que más has sufrido por Motagua?
Han sido varias veces, pero sufrí mucho fue en el último clásico que perdimos en este campeonato. El partido iba 3-0, nos habían expulsado a dos jugadores y sentía que Olimpia nos iba a meter ocho o nueve goles, sentía que iba a ser algo histórico. La pasé muy mal, pero después el árbitro nos regaló un penal y como que Olimpia no quiso mancharse las manos.
De ahí surgió una rencilla contra nuestro técnico porque se sentía que Olimpia nos pudo haber humillado de una manera más grande, gracias a Dios las cosas se arreglaron y ahora estamos en la final.
Sufrí varias veces, otra fue cuando fui a ver la final ante Marathón en San Pedro Sula. Nos ganaron 0-1 acá, fuimos a San Pedro, cayó un cachimbo de agua, nos tuvimos que quedar en la calle, al día siguiente nos ganaron 3-1, explotó una bomba dentro del estadio. Nos macanearon, fue una experiencia horrible esa contra Marathón.

¿Cuál es tu recuerdo más dulce como aficionado de las Águilas?
Puedo hablar de la final de 1992 contra Real España, nunca había visto campeón a Motagua, tenía 13 años de no ser campeón y yo era solo un niño pegado a la malla de sombra sur llorando por ver campeón a su equipo por primera vez, es un recuerdo muy bello.
Generalmente las memorias de niño son las que uno más guarda en el corazón, pero creo que el título de UNCAF es una de las cosas más hermosas en mi vida porque la viví de una manera muy especial porque nunca había ido a sol norte; ahí estuve cantando, saltando y gritando con los Revolucionarios, no sufrí. Disfruté mucho y fue un campeonato muy bonito.

¿Qué significa Olimpia para Samuel Martínez?
Una vez me hicieron esa pregunta y mucha gente me tomó a mal porque dije que no podía opinar de algo que no existe, pero lo dije en son de broma. Olimpia es el rival, el equipo más importante de Honduras en la historia, eso no se puede negar pero no tengo más que decir. Se disfruta mucho la rivalidad.

¿Qué harías si tus hijos se convirtieran en fanáticos del Olimpia?
Voy a responder lo mismo que dijo Cristiano Ronaldo cuando le preguntaron si su hijo se haría Barcelona, (se pone serio, toma un sorbo de su granita de café y contesta), imposible. Ellos ya van al estadio, se ponen su camisa, me preguntan, disfrutan y sufren también así que no creo que suceda. Si pasa, pues que sea feliz con su otro papá. Ja, ja, ja, no va a pasar.

¿Cuál es la locura más grande que has hecho por Motagua?
Siempre he sido muy mesurado, nunca he hecho una tontería. La única que sí puedo decir que hice, y porque me arrastraron a hacerla, fue ponerme una camisa del Olimpia cuando le ganó la final a Motagua hace un par de torneos. Me la puse en vivo en el programa de 'Las Mañanas del 5'. Te juro que no sé por qué lo hice, no me amenazaron ni nada solo quise cumplir con lo que otro había prometido, lo hice y me sentí mal. Me puse a llorar después.

Foto: Diez

¿Has hecho alguna apuesta por el equipo?
Nunca he hecho apuestas, no lo hago porque no le tenga fe a mi equipo, pero sufro demasiado como para ponerle otro grado de sufrimiento.

¿Te consideras el aficionado más apasionado de Motagua?
Pensaba que era el motagüense más intenso del país, pero ahora conocí más. Hay muchos motagüenses que aman al equipo con pasión y es algo que hace sentir más orgulloso, porque es un amor que no vive de copas, un amor que se ha mantenido durante casi 90 años sin títulos. Algo que se ha ido heredando sin ganar nada.

¿Qué opina Moncho sobre el fútbol? ¿También es aficionado de Motagua?
Mocho ama al fútbol, es un gran seguidor de la Selección Nacional, sabe que si Honduras va a los Mundiales es muy probable que él los acompañe, ja, ja, ja. Ama mucho a la Selección y sufre con el Vida porque es el equipo que sigue ya que le tomó mucho cariño cuando yo viví en La Ceiba. Es anti-Motagua, es anti-Olimpia, no los soporta a ninguno de los dos, pero ama mucho al fútbol.

¿Cuál es tu análisis de la gran final del próximo domingo?
Sin ofender o querer hablar mal del Platense, yo esperaba un poco más. Creo que fue un equipo que hizo un torneo brillante en las dos vueltas pero no demostró ese fútbol ni en las semifinales contra el Real España, ni en la primera final contra Motagua.
Creo que si Motagua sale bien parado, no tendrá ningún contratiempo y se convertirá en el campeón en Puerto Cortés. Sin menospreciar a Platense, si Motagua juega como lo hizo acá en Tegucigalpa no debería tener problemas.

¿Platense sería un justo campeón?
Si Platense es campeón yo apartaría sus partidos de la liguilla y diría que es un justo campeón porque hizo muchos puntos y jugó muy bien durante las vueltas regulares. Sería un justo campeón, por algo llegó a la final.

Motagua pasó algunos momentos difíciles en este torneo, algo que llevó a la afición a pedir la cabeza de Diego Vázquez. ¿Qué opinas al respecto?
Los aficionados motagüenses a veces hemos sido injustos y me incluyo. Diego Vázquez nos sacó del noveno lugar, nos llevó a cuatro finales, nos llevó a todas las liguillas que ha disputado. Pero creo que los problemas surgieron a partir de ese primer clásico ante el Olimpia, ahí surgió ese rechazo hacia el técnico. Muchos vieron el partido con los mismos ojos que yo lo vi, incluso fui muy fuerte algunas veces por Twitter.
Pero Diego le ha dado mística e identidad al equipo que no tiene grandes figuras o tanto renombre, y ahí está peleando la final. Creo que no deberíamos haber sufrido tanto en este torneo con el equipo que tenemos, pero ahí estamos, en la final y a un paso de ser campeones otra vez.

¿Te ha tocado cumplir alguna una promesa por Motagua? ¿Tienes una para este domingo?
Nunca he hecho una promesa, creo que el fútbol es fútbol y lo que pasa en la cancha es lo que está destinado a pasar.
Fui al estadio Nacional a ver la final de ida; el partido iba 0-0, estaba en el baño, que son muy aseados por cierto, y uno de los inodoros estaba lleno de líquido, pensé que metería la mano ahí por un gol del equipo. No metí la mano, lo juro, pero a los cinco o seis minutos Vergara anotó el gol, pensé que si la hubiera metido hubiéramos anotado unos tres más. Ja, ja, ja.
No, no tengo una promesa para este domingo. Yo espero que el equipo gane, si no ganamos no sé qué va a pasar; la vida sigue, Diego va a seguir en el equipo, creo que es lo más lógico. Pero no podría soportar una derrota este domingo, no lo concibo, no lo veo. Me ausentaría 10 días de mi trabajo, tenemos que ganar.

¿Qué mensaje le enviarías al equipo en la víspera de este partido tan importante?
Quiero aprovechar la oportunidad, ser un vocero motagüense y decirle en nombre de toda la afición a Discua, a Rubilio, a Licona que va a suplir a Fonseca que es un muy buen amigo, a Henry, a Pereira, a todos: Solo cierren los ojos y piensen en esa gran cantidad de gente que fue al estadio el pasado domingo a apoyarlos, que a pesar del resultado corto se fue con la esperanza plena de que vamos a ser campeones. No les voy a decir que no nos vayan a fallar, solo les pido que nos hagan celebrar.

Por ahí dicen que sos más aficionado al Motagua que el mismo Pedro Atala...
Soy más Motagua que Pedro Atala, eso es un hecho. Hablando de Pedro, me debe una camisa, nunca me la dio. Ja ja ja.