“Yo creo que me la merezco (disputar la final) por los jugadores que tengo, por nuestras familias y por el montón de ofensas que recibimos. Hoy mostramos que tenemos corazón”, inició diciendo Supermán.
Y es que en el partido de ida de las semifinales, el entrenador del Olimpia, Héctor Vargas, mencionó que pediría la prueba antidoping para los jugadores y esto le pegó duro a los jugadores arroceros.
“No sé qué va a pasar, hay que respetar al Motagua. No puedo hablar más porque lo que les puedo decir es que nosotros hicimos un gran trabajo”, dijo Wilmer dejando ver que la final la jugarán otra vez en Tegucigalpa.
Y para rematar, Wilmer no se anduvo por las ramas, sacó la humildad que le caracteriza y llorando le dio gracias a Vargas. “Estas son lágrimas por mis jugadores porque es complicado mantener un equipo a puras baleadas. Además nos ayudó mucho la motivación de Vargas… Gracias don Héctor”, sentenció Cruz.
Esta es la primera final de Liga Nacional que dirigirá Wilmer Cruz y será su segunda de máximos torneos, pues en el pasado ganó la Copa Presidente al Real España cuando dirigía al Juticalpa.