Muchos recordarán la inspiradora historia de Daniel Ruettiger, que está contada en la famosa y exitosa película 'Rudy, reto a la gloria' (1993).
Ruettiger nació con la ilusión de ser un jugador de fútbol americano, pero su estatura fue el gran problema. Sus compañeros siempre fueron más rápidos, más fuertes, pero Rudy tenía el corazón más grande en el equipo.
Todo cambió cuando Dan Devine fue nombrado técnico de Notre Dame y decidió alinear a Rudy. Era su gran oportunidad. Quizá la última de toda su vida y lo tenía claro.
El 8 de noviembre de 1975, Ruettiger saltó al campo en la posición de 'defensive end'. La acción ofensiva trazada por Georgia Tech quedó en la memoria de todos, gracias al ímpetu del pequeño Rudy, que placó sin dudas al quarterback Rudy Allen, antes de que pudiese pasar el balón.
El banquillo saltó de júbilo. El chico que era puro pundonor sin apenas capacidad atlética dejó una huella perdurable en una sola jugada. Nadie hizo tanto en tan poco tiempo. Los miembros de la escuadra sacaron a hombros a Rudy, el inesperado protagonista. En toda la historia de la Universidad, solo otro jugador ha logrado tal hazaña: Marc Edwards.
Allá en 2012, nació otra bonita historia, y es ahí donde entra en escena, Kobe Bryant. La estrella de los Lakers mantuvo un encuentro con el gran 'Rudy' Ruettiger. Delante de la mujer y los hijos del excomponente de la plantilla de Notre Dame, Kobe lo llamó 'héroe'.
Ruettiger seguramente se mostró sorprendido y días después le contestó con una emotiva carta, agradeciéndole el gesto: 'Kobe, tú eres mi héroe. Ha sido un placer conocerte. Uno de los mejores momentos de mi vida fue cuando me alabaste delante de mis hijos'.
Kobe y Rudy se tomaron esta foto en 2011, previo a un juego de los Lakers.