Tras la victoria, Paul se “burló” de Tyson, aunque admite que es el mejor de todos los tiempos. “Solo intenté herirlo un poco, pero tenía miedo de hacerle daño. Sí, bajé el ritmo en los últimos asaltos porque quería darle espectáculo a los espectadores y no quería hacerle daño a alguien que no necesitaba ser herido”.