Según informa el diario Le Parisien, fueron las mismas jugadoras, menores de 18 años, las que se dieron cuenta de ello al observar que el aparato se había desprendido del soporte que lo mantenía oculto en un banco.
'Estamos devastados, para nosotros es una traición terrible, un cataclismo. Lo que pasó va en contra de todo lo que estamos tratando de enseñar a los jóvenes', dijo Robert Serrano, presidente del club.
LAS MISMAS CHICAS ENTREGARON AL SOSPECHOSO A LA POLICÍA
Luego de ver las imágenes, las jugadores identificaron al propietario de la cámara, un educador del club que llevaba trabajando en el mismo puesto hacía de 15 años.
Se reunieron todas y junto a directivos fueron hasta a su casa para pedirle cuentas. Lo hicieron admitir los hechos y llevaron a la policía para que le arrestaran.
El mismo fue quien instaló la cámara en el camerino de las chicas y estaba dirigida hacia las duchas. 'Teníamos fe ciega en este chico, y ahora nos ha dado una puñalada por la espalda, dijo Serrano.