El Real Madrid regresa dos años después a la final de la Copa del Rey, tras un duelo con clásico sabor copero, instalado en la locura por su falta de autoridad, respondiendo a los golpes de la Real Sociedad hasta dejar escapar el pase en el último suspiro, en el minuto 93 con el gol de Oyarzabal, y encontrarlo en la prórroga con un testarazo salvador de Antonio Rüdiger.
Sin necesidad de lucir un fútbol brillante, amparado en la épica tras un nuevo susto, decidiendo desde la calidad individual de sus estrellas, el Real Madrid es finalista de Copa. Incapaz de sostener un debate futbolístico al momento del Barcelona desde la belleza colectiva del juego, pero a la altura en eficacia. El equipo de Carlo Ancelotti llega con vida en todos los grandes torneos a la recta final de curso. Y acostumbra a ganar la mayoría de finales que disputa.
POLÉMICA EN EL TERCER GOL DEL REAL MADRID
Sin embargo, la polémica no pasó desapercibida en este partido que tuvo de todo, en especial 20 minutos locos con cuatro goles.
Pero la polémica se llevó a cabo en el minuto 85', antes del gol de Aurelién Tchouaméni (86') que le daba el pase directo al Real Madrid (4-3 global).
El tanto del francés nace de un córner, pero dicho saque de esquina "nunca debió ejecutarse", dicen en la Real Sociedad, ya que en la jugada previa había un fuera de juego posicional muy claro de Kylian Mbappé.
Todo empieza con un pase de Modric para aprovechar un desmarque de Vinicius. En dicha jugada, Mbappé está en fuera de juego por muchos metros. El francés primero va a por la pelota, pero se queda parado sin tocarla una vez pasa a su lado.
A pesar de que no la toca, la interferencia del delantero del Madrid es clarísima e incluso el defensa central piensa que él la tocará y se da cuenta que le ha "hecho" la jugada, pero el línea y el central dejaron seguir la jugada, que terminó en córner a favor del Real Madrid y en el posterior gol de Tchouameni de cabeza. El tanto ya no se puede invalidar, debido a que el tiro de esquina ya cuenta como una nueva jugada.
Una jugada clave, a pesar de que luego Oyarzabal volviera a igualar todo en el descuento, que condicionó el partido y que le pudo haber dado el pase al Real Madrid a la final antes incluso de llegar a los tiempos extras.
Los jugadores de la Real Sociedad, con especial protagonismo de Kubo y Oyarzabal, se lanzaron a protestar al cuarto árbitro, mostrándose muy enfadados con lo que había sucedida en dicha jugada. El tanto fue igualado por el capitán de los visitantes en el 90+2, pero finalmente Antonio Rüdiger le dio el pase a los blancos en los extras.
